¡Sí! Se producen cambios en el iris.
El tejido del iris sufre cambios. No solo el movimiento de los músculos del iris puede producir cambios en el aspecto del iris y en la percepción de su tejido, sino que también, el propio iris sufre cambios a lo largo de la vida por diferentes motivos.
Este es uno de los temas más interesantes a desarrollar y de hecho iremos escribiendo y desarrollando más artículos documentando este hecho. La iridología estudia el aspecto del iris, los signos que se manifiestan y los cambios que se producen para una correcta interpretación de la información que transmiten.
Me sorprendió que en el «Congreso Mundial de Iridología» realizado en Atenas en el 2010, la pregunta que se repitió a varios de los Iridólogos ponentes: ¿Se producen cambios en el iris?
La respuesta es muy clara. «Sí, se producen cambios en el iris».
Se pueden producir cambios en la forma del iris, pupila y en los signos que se proyectan en él. Los cambios se producen muy lentamente (a no ser que estén derivados de alteraciones nerviosas), dependiendo de la causa que lo produce y/o las características del tipo de signo iridiano o pupilar alterado.
Por mencionar de forma muy abreviada, ya que iré desarrollando este tema con más artículos, a continuación vamos a ver varios ejemplos con imágenes.
En el primer caso vamos a ver el aumento de una pigmentación en el transcurso de varios años. En el segundo caso, observamos perdida de la pigmentación del tejido del iris como consecuencia de una enfermedad degenerativa. Y en el tercer caso, cómo en el transcurso de 23 meses se ha modificado un pequeño punto de pigmentación en una mancha que va creciendo.
Caso 1
Iris izquierdo de un hombre de 56 años. La diferencia entre las dos fotos es de 6 años.
Caso 2
Iris izquierdo de un hombre de 47 años con una enfermedad degenerativa muscular. La diferencia entre las fotos es de 8 años.
Caso 3
Iris derecho de una mujer de 60 años. La diferencia de las dos fotografías es de 23 meses.
Nota: Algunos puntos negros que aparecen en las fotografías corresponden a que dentro de la lámpara de hendidura que empleamos para hacer las fotografías se han colado motas de polvo. Por lo que, esos puntos no son manchas reales en los iris. Uno de los motivos de no limpiar estos puntos es para demostrar que las fotos se han hecho con nuestro equipo y evitar apropiaciones indebidas de nuestras imágenes.
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